TEMA 10. (Por error había puesto que se refería al tema 11. Jorge se dio cuenta y me avisó)
Evolución socioeconómica.
Durante esta fase la economía del régimen franquista siguió el modelo autárquico propio de las potencias fascistas. La autarquía económica de España hasta 1945 estuvo motivada por la coyuntura creada por la II Guerra Mundial, y a partir de 1946 por el "cerco internacional" a España, por lo que se plantearon serios problemas de abastecimiento, que dieron lugar a la aparición de las cartillas de racionamiento, por un lado, y del mercado negro (estraperlo), por otro, que perduraron hasta 1951. La política económica en esta etapa del franquismo, tendente a la autosuficiencia económica en todos los órdenes, subordinó siempre la economía a la política antiliberal y anticomunista, y ensalzó los valores rurales y la agricultura frente a los valores urbanos y la industria. El proceso de ruralización consecuente y el estancamiento general de la economía, paralelo a un proceso inflacionista y a la irregularidad en las cosechas, definen como principal objetivo en toda la década el evitar el hambre.
La política agraria.
Se centró en la recuperación de la producción. Se procedió a la devolución a sus antiguos propietarios de las tierras expropiadas durante la República y la guerra civil, y se inició una reforma "técnica" del campo español. Para ello se crearon los siguientes organismos:
- El Instituto Nacional de Colonización, que centró sus acciones en la puesta en regadío y el asentamiento de colonos (45.799 entre 1939 y 1962) en las tierras transformadas.
- El Patrimonio Forestal del Estado, para repoblación de los bosques.
- El Servicio Nacional de Concentración Parcelaria y Ordenación Rural, creado en 1952, pretendía atacar el problema del minifundio y crear explotaciones más rentables.
- El Servicio Nacional del Trigo (S.N.T.) y la Comisaría de Abastecimientos y Transportes (C.A.T.) eran los encargados de la comercialización de los productos agrarios.
Política Industrial
Para suplir la iniciativa privada, en septiembre de 1941 se creaba el Instituto Nacional de Industria (I.N.I.), en forma de holding estatal, cuya finalidad era potenciar la creación de industrias básicas (electricidad, carburantes, aluminio, textil, siderurgia, etc.). Con este marco legal se pretendió industrializar el país en la década de los cuarenta, objetivo imposible de alcanzar por la falta de materias primas y de equipamiento adecuado. La autarquía y el intervencionismo produjeron tres efectos sobre la industria española:
- Se potenció la industria ligera frente a la básica, ya que la primera era sustitutiva de importaciones. Con ello disminuyó la productividad media y la calidad de los productos.
- Se fortaleció la tendencia al monopolio, con lo que los grandes beneficiarios de esta política económica fueron los grandes bancos y la burocracia estatal.
- El Estado fue uno de los grandes inversores de capital.
La oposición política
Tras la guerra, la mayoría de los exiliados huyó hacia Francia, y más tarde el estallido de la guerra europea les dispersó hacia América Latina. Otros se sumaron a la resistencia contra los nazis, y miles de ellos acabaron en los campos de concentración o fueron entregados a las autoridades franquistas por los alemanes.
Muchos combatientes republicanos en el interior de España permanecieron hostiles al nuevo régimen desde el final de la guerra. Se «echaron al monte», e iniciaron por su cuenta una labor hostigamiento a las fuerzas del orden y del Ejército, a través de pequeñas partidas que se refugiaban en las montañas del norte y del interior. Estaban dirigidas por anarquistas y comunistas principalmente, y en 1944 el PCE organizó una entrada masiva de guerrilleros, los maquis, por el Pirineo, que se saldó con un fracaso.
3.3. La oposición interior en la posguerra
La resistencia interior era difícil de organizar. La represión desmanteló por completo los cuadros dirigentes de partidos y sindicatos, exiliados, encarcelados o ejecutados. La escasa información, el miedo y el hambre bloquearon la capacidad de reacción de unas masas obreras y campesinas diezmadas por la guerra y el exilio.
Aun así, la CNT y el PCE, y en menor medida el PSOE, consiguieron organizar algunas células de resistencia, pero los sucesivos dirigentes enviados al interior acabaron en la cárcel o fusilados. Sólo en 1945, ante la inminente victoria aliada, se multiplicaron las acciones de propaganda y las emisiones de radio. En 1946 y 1947 se producen las primeras huelgas en varias ciudades, a las que el régimen respondió con una durísima represión.
3.4. Las primeras protestas sociales
En los primeros años cincuenta la lucha contra la Dictadura reapareció en el interior del país. Surgieron protestas contra las subidas de precios, como las huelgas de 1951 en Barcelona, País Vasco y Madrid contra las tarifas de los tranvías y las huelgas clandestinas contra los bajos salarios. Su relativo éxito, en el contexto de violenta represión que reinaba en el país, fortaleció a la oposición clandestina.
Pero fue mucho más importante el inicio de la protesta universitaria. El clima aperturista propiciado por el ministro de Educación, Joaquín Ruiz-Giménez, permitió la aparición de grupos de estudiantes católicos, en los que también se infiltraron algunos socialistas y comunistas. Profesores y alumnos pedían mayor libertad en las cátedras y en la opinión pública, frente a la oposición del SEU. La tensión estalló en febrero de 1956 cuando los falangistas, derrotados en las elecciones de la Facultad de Derecho de Madrid, respondieron con violencia. Dos días de lucha en las calles provocaron una dura represión policial. Fueron detenidos varios dirigentes estudiantiles y algunos intelectuales ex franquistas que se habían solidarizado con ellos.
La crisis obligó a dimitir a Ruiz-Giménez y provocó un cambio de Gobierno. Pero, sobre todo, demostró que había una nueva generación dispuesta a oponerse a la Dictadura, cuyas posiciones estaban muy alejadas de las de los dirigentes de la República en el exilio.
Hola Angel, soy Jorge, creo que este apartado es del tema 10, ¿no?
ResponderEliminarEs que del Primer Franquismo no tenemos la evolución socioeconómica y del segundo franquismo si, y precisamente el segundo fanquismo es el tema 11 de PAEG.
Un saludo.