REFERENCIAS SOBRE LA HISTORIA DE CASTILLA-LA MANCHA EN EL TEMARIO DE 2º DE BACHILLER
TEMA 4. LA CONSTRUCCIÓN DEL RÉGIMEN LIBERAL.
El territorio de Castilla-La Mancha con Isabel II.
Se inician las Guerras Carlistas en Talavera de la Reina (1833). Los carlistas realizaron incursiones en La Mancha y en los Montes de Toledo. Las amenazas carlistas más serias provinieron de las tropas del general Cabrera que amenazaron Guadalajara, Cuenca y Albacete.
Con las regencias de María Cristina y Espartero, nacido en un pueblo de Ciudad Real (Granátula de Calatrava), se abre el camino hacia el definitivo triunfo de las reformas liberales. En 1833, Javier de Burgos llevó a cabo una nueva división provincial de España. Las provincias que forman hoy Castilla-La Mancha, se organizaron entonces en dos regiones. Una, Castilla La Nueva, que incluía a Madrid con Toledo, Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real; la otra, Murcia, formada por Albacete y Murcia.
Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz afectaron mucho a nuestra comunidad y contribuyeron a consolidar la gran propiedad y a acentuar el empobrecimiento del campesinado manchego. Siguieron las industrias tradicionales (alimentarias, navajas y cuchillos, calzado…); en cambio, la industria textil de nuestra región no pudo soportar la competencia de la industria textil catalana, mecanizada y con costes de producción más bajos, dispuesta a cubrir al mercado nacional.
En cuanto a la evolución política, las provincias castellano-manchegas, plenamente liberales, siguieron el curso político desarrollado a nivel nacional. Dominio por los liberales moderados (Década Moderada), luego por los progresistas (Bienio Progresista) y vuelta a los moderados y unionistas de O’Donnell. Los demócratas y republicanos tuvieron que esperar a la fase siguiente: el Sexenio Democrático.
TEMA 6. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN
(1874-1902). La Restauración en Castilla-La Mancha.
En las provincias de Castilla-La Mancha el régimen político de la Restauración se aplicó en toda su extensión. El turno de dos grandes partidos se llevó a cabo a través de un sistema electoral corrupto.
En nuestras provincias el caciquismo controlaba los resultados electorales, repartiéndose los escaños entre liberales y conservadores. El entramado caciquil fue incluso más intenso que en otras zonas de España, probablemente por la cercanía con Madrid. En todas las provincias había sus caciques. Los republicanos tuvieron muy poco peso. Sólo en las elecciones a Cortes de 1891, 1893 y 1898 lograron una tímida presencia en Guadalajara, en el resto, liberales y conservadores copaban los escaños.
En 1898, en paralelo con la crisis de Cuba y Filipinas, y como consecuencia del conflicto, hubo en diversas localidades motines en protesta contra el elevado precio de las subsistencias. También en nuestras provincias hubo sectores a favor del “regeneracionismo”, que caracterizó a los años finales del siglo XIX y comienzos del XX. En general, pertenecían a las Cámaras de Comercio e Industria, presentes en cada provincia. De ellas partieron propuestas necesarias para la “modernización” de sus ciudades y provincias y de toda España.
El cereal castellano-manchego, como el del conjunto de Castilla, sufrió la competencia de los cereales extranjeros (de EE.UU. o del sur de Rusia), más baratos, desalojando, en consecuencia, el trigo que se vendía en la periferia española. La vid conoció, en cambio, una etapa de auge excepcional al verse arrasadas las viñas francesas por la filoxera. Entre 1882 y 1892, en efecto, nuestros vinos eran vendidos en Francia. No obstante, la filoxera se introdujo después en España y la viticultura entró también en crisis. La minería, al ser uno de los sectores preferidos de inversión extranjera, siguió teniendo importancia en Ciudad Real.
TEMA 9. LA GUERRA CIVIL (1936-1939).
Incidencia en Castilla-La Mancha.
Durante la Guerra Civil, la mayor parte del territorio castellano-manchego formó parte de la zona republicana hasta el fin del conflicto. El levantamiento militar sólo triunfó durante los primeros días de la contienda en las provincias de Albacete y de Guadalajara y en la capital de Toledo, donde un grupo de sublevados, bajo la dirección del coronel Moscardó, consiguieron atrincherarse en el edificio del Alcázar. Allí resistieron el asedio hasta que fueron liberados por las tropas de Franco en septiembre de 1936.
El principal hecho bélico que se desarrolló en Castilla-La Mancha fue la batalla de Guadalajara. En marzo de 1937, los sublevados, con la ayuda de tropas italianas, llevaron a cabo una ofensiva sobre Guadalajara, cuyo último objetivo era la toma de Madrid; pero esta acción concluyó en un rotundo fracaso, pues las tropas italianas se vieron obligadas a huir precipitadamente.
Cabe destacar el papel de Albacete, ciudad que sirvió de centro de entrenamiento y organización de las Brigadas Internacionales, cuerpo militar de voluntarios extranjeros que lucharon a favor de la República. Tras la caída de Cataluña y de cruzar la frontera francesa, Negrín decidió regresar, con sus ministros y colaboradores, a la zona republicana del Centro, con Madrid y Valencia como poblaciones más importantes y en donde se ubicaba buena parte de nuestra región. Su objetivo era continuar la guerra, resistir. Negrín se reunió, a mediados de febrero, en la finca de Los Llanos (Albacete), con mandos del ejército donde pudo comprobar que su política de resistencia no tenía partidarios entre aquéllos. Es más, en Madrid llegó a prepararse un golpe contra el propio gobierno, que obligó a Negrín, el 6 de marzo, a abandonar España. El 28 de marzo las tropas franquistas entraban en Madrid y el día 29 en Albacete y en lo que quedaba por ocupar del espacio castellano-manchego.
La guerra civil provocó desde sus comienzos una amplia oleada de violencia que afectó tanto a la zona republicana como a la sublevada. Además, en la región se llevaron a la práctica incautaciones de palacios y casas, y colectivizaciones industriales y agrarias.
TEMA 11. EL SEGUNDO FRANQUISMO (1959-1975).
Castilla-La Mancha bajo la dictadura franquista.
La región se vio afectada por el éxodo rural. La mecanización del campo junto con el inicio del proceso de industrialización provocó una dinámica de emigración masiva, que se inició en la inmediata posguerra, se aceleró en la década de 1960 y sólo comenzó a retroceder a partir de 1980. Se trató de un éxodo rural que despobló, sobre todo, las provincias de Albacete, Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real. La mayoría de esos emigrantes se desplazaron a Madrid y otros se dirigieron a núcleos urbanos de áreas más industrializadas (Cataluña, Valencia), o bien, al extranjero.
Durante la Autarquía, en 1942, el INI creó la Empresa Nacional Calvo Sotelo (ENCASO) en Puertollano que sirvió de base para el establecimiento de una refinería de petróleo, unida a la costa malacitana mediante un oleoducto. Con el Plan de Estabilización de 1959 la industrialización y los servicios dan un gran salto en las provincias castellano-manchegas. La necesidad de establecer centros industriales destinados a descongestionar las zonas que venían concentrando el crecimiento industrial (Cataluña, País Vasco, Asturias, Madrid), se potenció a través del establecimiento de polígonos industriales, como los de Alcázar de San Juan, Manzanares, Cuenca, Guadalajara, Talavera, Toledo, Albacete…
TEMA 12. LA ESPAÑA ACTUAL Y SU INTEGRACIÓN EN EUROPA.
La Transición y la creación de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
Tras la promulgación de la Constitución de 1978, Castilla-La Mancha inició el proceso para convertirse en una Comunidad Autónoma. En el año 1980, el 78% de los municipios castellano-manchegos votaron a favor de la autonomía y se inició la redacción de un Estatuto que, una vez aprobado por las Cortes españolas, entró en vigor en agosto de 1982. Se presentó dicho estatuto como un instrumento “para acabar con la marginación y el abandono que estas tierras habían padecido durante siglos”. La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha quedó integrada por las provincias de Castilla La Nueva, exceptuando Madrid y añadiendo la provincia de Albacete, que históricamente había estado siempre unida a Murcia. En mayo de 1983 se celebraron las primeras elecciones para las Cortes castellano-manchegas en las que obtuvo la victoria el PSOE.
Del 1983 a 2004, ocupó la presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha el socialista José Bono. A partir de esta fecha, se convierte en presidente José María Barreda, que estará en el poder hasta su relevo por María Dolores de Cospedal, del Partido Popular, tras vencer en las elecciones autonómicas que se celebraron el 22 de mayo de 2011.